B612 habla sobre un viaje que hacen el espectador y el intérprete para entrar al imaginario donde todo es posible dentro del cuarto de un niño (a); Jugar, soñar y transformar, tres palabras que a los adultos se nos olvida recordar para poder construir lo que sea con unas sábanas, una cama y cualquier objeto que nos rodea.
Sacar al espectador de su realidad cotidiana para proponer y mostrar el mundo de posibilidades que ofrece la imaginación, la cual actualmente puede ser truncada por las facilidades de la tecnología o la adultez precoz.

El juego es la herramienta principal para lograr que el espectador se lleve un aprendizaje emocional a través del texto “El principito” de Saint-Exupéry y a la vez, ejercitar el imaginario cayendo en la provocación de juego que hace cada uno de los personajes de la obra.