Un amor en la punta de la lengua, a punto de pronunciarse.
Chela recibió la profecía de su tía Yaya cuando tenía 10 años. Se quedaría sin palabras ante aquel hombre que le gustara. Con el calor de la cocina y del recuerdo de un amor con
fecha de caducidad, Chela nos invita a su cocina y nos cuenta qué pasó con esas palabras. Si el caldo de pollo es para el alma, el caldo de queso es para los amores que se van sin
ninguna explicación.
PRODUCCIONES BUYYAWI
Unipersonal de Paleta Escalera